Cuban IB veterans in a French Concentration Camp: From the Soviet Archives
Editors’ Note: The archives of the Communist International in Moscow, now partly available online, hold many small treasures. When we found the news bulletin published by a group of Cuban veterans of the International Brigades who were interned in the French concentration camp of Argelès-sur-Mer, we sent it to Denise Urcelay-Maragnès, who wrote a book on the Cuban volunteers in Spain. She wrote the following essay.
Veteranos cubanos en Argelès-sur-Mer a través del boletín Orientación
(30 de marzo-16 de abril 1939)
Ya presenté el itinerario de los ex-combatientes cubanos después de la Retirada[1] de los frentes de la guerra de España a partir de datos de archivos, de la historiografía de los campos del sur de Francia y de testimonios de algunos de los ex-combatientes cubanos.
Con millares de Internacionales, de soldados del Ejército republicano, de civiles españoles, los ex-combatientes cubanos atraviesan la frontera franco-española. Les acogen fuerzas de policía francesas dirigiéndoles hacia zonas de reagrupamiento improvisadas en playas sin sanitarios donde fallecen 10.000 hombres. Un solo campo está previsto en Argelès-sur-mer. La primera preocupación de los gobernantes franceses es crear recintos herméticos de los cuales ningún refugiado pueda escaparse: alambre, guardias móviles, gendarmería, tropas coloniales de spahis y senegaleses lo aseguran. El número de ocupantes del campo de la playa de Argelès crece del 6 de febrero al 9 pasando de 20.000 a 75.000, y pronto 100.000 hombres se amontonan en un rectángulo cercado de 550 m de largo por 260 m de ancho. A mediados de febrero, las barracas previstas no están aún construidas. Hay que abrir rápidamente un segundo campo en Saint-Cyprien y otro campo en la playa de Barcarés. El 15 de marzo de 1939, se toma la decisión de construir un «centro de ayuda» en Gurs, pueblo del suroeste de Francia, no muy lejos de la frontera franco-española.[2]
La novedad para el conocimiento del itinerario de regreso de los ex-voluntarios cubanos es el boletín Orientación descubierto por Sebastiaan Faber en el archivo de las BBII de la Comintern (RGASPI): se trata de 10 ejemplares (faltan el n° 5 y el n°10) de un boletín publicado por los voluntarios cubanos que, después de la GCE, acabaron en el campo francés de Argelès-sur-mer. Orientación es el “suplemento diario informativo”, antifascista, sin “pretensión partidista”, publicado desde el número 1 del 30 de marzo de 1939 hasta el número 12 del 16 de abril de 1939.Es posible que la publicación se interrumpiera en esa última fecha ya que en el n° 9 del 10 de abril se anuncia la decisión de las autoridades francesas de concentrar a los internacionales de Argelès y de Saint Cyprien en otro campo. Sin más información concreta, el boletín aconseja a los cubanos que preparen el equipaje. El campo de reagrupamiento anunciado debe de ser el campo de Gurs recien construido.
Puesto que la colección del boletín Orientación parece acabarse antes del traslado de internados cubanos a otro campo, unos días después del 10 de abril de 1939, no sabemos nada de las circunstancias de su regreso a Cuba. Lo que sí sabemos es que los veteranos se llevaron libros sobre todo políticos y sociales que pasaron como pertenecientes a la ACL. En esta situación, una noticia parece optimista: se señala la salida desde París para la Unión Soviética de «125 de nuestros camaradas heridos o minusvalidos” en fecha del 7 de abril, tratándose, según la declaración del Comité de Ayuda de París, “de un primer transporte que será seguido por varios otros” (n° 8, 9 de abril 1939, p. 2). Sin embargo, Sarah Pascual del comité “con vista a España” testimonia que el primer convoy de más de 100 heridos y enfermos cubanos se organizó hacia Cuba.[3] ¿Será el mismo grupo?
Esta publicación presenta varios temas interesantes, entre los cuales la situación internacional, la amenaza nazi, la situación española con la victoria de Franco y la nueva situación cubana. Dos parecen relevantes: la vida en el campo y la preparación del “futuro frente de lucha”.
La vida en el campo de Argelès-sur-mer
Antes que nada, hay que señalar la gran dificultad de realizar el boletín por escasez de papel y falta de medios. Por lo cual salen cada día sólo dos ejemplares que se reparten entre las distintas chabolas cubanas y se leen en grupo en voz alta para mejor difusión. Escrito a mano en su n° 1, sigue escrito a máquina lo que sugiere una ayuda exterior al campo que también les proporciona el periódico L’Humanité, órgano del partido comunista francés. El grupo directivo lamenta que el reparto de los primeros números no alcance todas las chabolas y por lo tanto a todos los cubanos. Desgraciadamente, nada indica el número de internados cubanos ni el número de chabolas. Sin embargo, según el testimonio de Julio Cuevas recogido anteriormente[4], los cubanos dormían en nueve chabolas construidas a base de dos mantas unidas por una cuerda y atadas a pequeñas estacas. Las llamaron con mucha ironía “El Cañonazo”, “La Perrera”, “Tiscornia”, “Los Gitanos”, “Los más revoltosos”, “Los Católicos”, “Los Camuflados”, “Los del Palacio” y “La Escuela”.
A pesar de las malas condiciones de vida, algunos internados reciben noticias de Cuba a través del correo de su familia y de sus amigos difundiendo noticias en cuanto a la repatriación.
Por su parte, Orientación anuncia la formación de un Comité Pro-ex-combatientes y presos de España en La Habana que actúa en relación con las autoridades cubanas y desarrolla una amplia campaña de solidaridad por vía de prensa, radio y concentraciones. Es el sentido del encuentro con un representante de la secretaría de Estado del Comité Pro-repatriación de prisioneros y de refugiados cubanos, cuya delegación contaba con Blas Roca, secretario general del nuevo partido comunista de Cuba y de Lázaro Peña, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Cuba. Un anticipo de 9.000 dólares se designó para repatriar con prioridad a los heridos y enfermos. Además, en París, ya actuaba el Comité de Ayuda a los Combatientes Cubanos animado por Armando Torres, y Félix Pita Rodriguez, secretario de dicho comité.
Mientras esperan su salida del campo, los internados cubanos intentan llevar una vida “normal” a pesar de las condiciones infrahumanas. Es la directiva del boletín la que organiza la limpieza del sector cubano, la información política y también actividades deportivas recreando así aspectos de la vida “normal”.A través de esas actividades vemos a algunos combatientes ya conocidos.
El “mayor” Cueria; será Basilio Cueria, gran “catcher” en Cuba y New York. Cueria empezó la guerra en la centuria Guiteras y la siguió en la unidad española de El Campesino, en la que fue capitán de ametralladoras. En el campo es el jefe del grupo cubano, el que gestiona las demandas de ayuda alimentaria (n° 11, 14 de abril 1939).
En las competiciones deportivas entre cubanos y latinoamericanos organizadas para celebrar el octavo aniversario de la República española, se descubre en las carreras a Edmundo Garcia (Gracia en mi lista), R. Buzón, al “cuartet” Cardenas-Morales-Edmundo-Pablito y a Braulio y Pablito Manzanares en sus demostraciones humorísticas de boxeo. También se señala al director del Sexteto musical, el capitán Julio Cuevas, el que escribió en este campo la canción cuyo estribillo “Alé alé reculé” se hizo famoso entre los internados (n° 12, 16 de abril).
Otros cubanos aparecen a veces en el boletín con su nombre, otras veces con su apellido:
“Alonso, Alvarez, Vilardeve, Mario, Isidoro, Ramón, Vicente, Saba, Alonso II, Miguel, Rionda y Robles, el intendiente que suministra el racionamiento que se recibe del personal del campo”.
Aquel día 14 de abril el suministro es: “pan un tercio, patatas 300 gramos, café 10 gr, azúcar 15 gramos, sal 10 gramos, grasa 20 gramos, tomate 10 gramos, bacalao 200 gramos, leña y carbón un kilogramo. “Dicho suministro era por individuo “correspondiendo 162 raciones”. El día 15 de abril, se reparten 164 raciones. ¿Significaría que el grupo cubano contaba con 162 ó 164 hombres?
Se recuerda aquí el correo de la “Préfecture des Basses Pyrénées” anunciando la salida de Gurs de un grupo cubano. Entre los cubanos señalados por Orientación algunos aparecen en la lista[5] del grupo de 156 cubanos que se trasladó del campo de Gurs hacia el puerto de La Rochelle el 13 de mayo de 1939 para ser repatriado a bordo del Orduña de la Pacific Steam Navigation Company. Entre ellos figuran: Manuel Álvarez, Braulio Armenteros, Edmundo Gracia, Francisco Rionda, Jorge Vilardebe, Juan Palacios, Mario Morales, Isidoro Martínez, Armando Martínez, Ramón Blanco, Ramón Lopez, Ramón Roura, Vicente Rubiales, Ricardo Alonso, Rafael Alonso, y varios “Miguel” Miguel Delgado, Miguel Jorba, Miguel Mijanes, Miguel Mus, Miguel Saez, Miguel Danilo Diaz y muchos más de los que no habla el boletín Orientación. Se nota que el jefe del grupo cubano, Basilio Cueria, no figura en la lista de 156 cubanos. ¿Habrá vuelto a Cuba en otro viaje?
Desgraciadamente, no conseguimos más boletín informativo cubano posterior, por ejemplo en el campo de Gurs, donde precisamente se reagrupan cubanos viniendo de Argelès-sur-mer y de Saint Cyprien.
Otro interés está en el objetivo de organización planteado a través del boletín por el núcleo directivo formado por Armando Martínez y Manuel Alonso.
La publicación de Orientación resulta de la dificultad de mantener la disciplina7 entre los hombres, de la necesidad de aportar a los cubanos del campo informaciones del exterior y, sobre todo, de preparar la futura militancia después del regreso a Cuba.
Por una parte, a pesar de los consejos, muchos cubanos no obedecen las órdenes de la directiva del grupo cubano ni las de las autoridades francesas del campo (in n° 7, 8 de abril 1939, p.2). De forma reiterada se queja la directiva de la falta de disciplina, de los pocos voluntarios para mantener la higiene de su sector en un recinto que acoge a 100.000 hombres sin sanitarios.
Por otra parte, se anuncia la celebración de la asamblea constitutiva de la Asociación de Combatientes de la Libertad el día 1 de abril 1939 (in n° 3, 1 de abril 1939). Su tesorero, Armando Martínez, actúa de secretario de dicha asamblea. El secretario de propaganda es Manuel Alonso. Se elige a tres ex-combatientes como delegados agregados a la directiva de la ACL: Juan Palacios con 37 votos, Pedro Alfaro Suarez con 28 y Mario Alvarez con 24.
Con tal información nos preguntamos si los 89 votos corresponden al conjunto de los cubanos del campo o si se trata sólo de los ex-combatientes que acudieron a la asamblea.
Los fines de la ACL son “prepararnos con vistas a nuestro regreso, a nuestra incorporación a la lucha antifascista en el seno del movimiento cubano… Cambiamos de frente pero no de lucha, como ha dicho el camarada André Marty.” (n° 6, 6 de abril, pp. 1,2) Orientación se refiere a Marty, uno de los dirigentes del Komintern e insiste en la forma democrática de la ACL que pretende reagrupar a “los camaradas” sin preguntarles “a qué organización política o sindical pertenecen».
Con vistas al “trabajo futuro en Cuba” se aprecian “los cambios favorables a los intereses de las fuerzas democráticas”. Una de esas fuerzas es la nueva central sindical, la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), anunciada en el periódico comunista cubano Hoy, del 14 de marzo de 1938. La otra fuerza democrática que descubren los cubanos en tal artículo aparece en la persona de Francisco Miranda, jefe del Distrito Militar representante del Coronel Batista. Tal acercamiento responde a las nuevas orientaciones de los comunistas:
“La CTC no lucha solo por los intereses de la clase obrera, sino también por toda la nación” anuncia el Secretario General de la CTC, Lázaro Peña (N° IX, 10 de abril). Y añade el líder cubano en el Congreso obrero latinoamericano de México (5 de septiembre de 1938): “…el coronel Batista ha comenzado a dejar de ser el centro de la reacción en Cuba”.[6]
Pues se anuncia un cambio político completo ya que en el boletín n° 4 del 4 de abril, el gobierno de Batista se caracterizaba de”fascistizante” [pero]”presionado por el gobierno de Roosevelt, ha concedido algunas demandas democráticas como el reconocimiento de las organizaciones de izquierda” y otras medidas a favor de los trabajadores (jornada de 8 horas, jornal mínimo…)».En efecto,la Ley de amnistía fue promulgada el 23 de diciembre de 1937, y la legalización del partido comunista fue otorgada el 3 de septiembre de 1938, después de once años de ilegalidad.[7]
Resulta de la nueva orientación tanto del nuevo partido comunista (Unión Revolucionaria Comunista) como de Fulgencio Batista la formación de un bloque electoral, la Coalición Socialista Popular, opuesta al otro bloque electoral del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) PRC (A) dirigido por Grau San Martín. Su fin es asegurar la democracia y la unión de todo el pueblo tratando de crear el Partido Único de la Revolución Cubana de las “fuerzas sanas” para derrotar al fascismo.[8] Tal partido es concretamente el partido Unión Revolucionaria Comunista.
Ya antes de la repatriación, había nacido una asociación en tierra española. Al estar esperando la orden de evacuar en el punto de acantonamiento de Ripoll, Manuel del Peso Ceballos crea, con sus compañeros, la Asociación de los Combatientes Cubanos de la guerra civil española, llamada tambien Asociación de los Combatientes de la Libertad, cuyo objectivo fundamental es luchar contra el fascismo.[9] En nombre de esta asociación, Manuel del Peso Ceballos, su presidente, y Jorge Agostini, su secretario, dirigiéndose al pueblo español, proclaman la comunidad de su causa y se empeñan en «continuar luchando por la democracia y la paz universal con todos los medios legales a nuestro alcance, para lo que propugnaremos la organización en los demás países de América de otras sociedades semejantes a ésta».[10] Es aquí otra vez la nueva orientación de los comunistas cubanos: ya no se trata de insurrección.
La nueva situación no puede dejar de sorprender a los militantes que han dejado la isla después de una larga lucha anti-dictatorial y en plena represión dirigida por Fulgencio Batista. Militantes que según mi estudio de la afiliación política de los voluntarios a la hora del enrolamiento eran casi todos revolucionarios comprometidos en acciones insurreccionales anti-dictatoriales y más precisamente en contra de Batista, de quien muchos fueron víctimas. No se dice en la hoja informativa n°9 del 10 de abril cuál fue la reacción de los ex- combatientes internados en Argelès frente a esta alianza de los comunistas y su mayor representante, Lázaro Peña, con el Coronel Batista.
Sin embargo, la directiva de la ACL, teniendo en cuenta el cambio total de orientación, trata de explicarlo. El argumento principal es la necesidad de mejorar la situación de los obreros y del campesinado pobre y medio. Recordando la lucha decisiva de la Confederación Nacional Obrera de Cuba(CNOC) contra el dictador Machado, se avanzan los múltiples problemas que quedan.
Si este cambio de orientación politica ya se conoce a través de los documentos publicados en Cuba, lo interesante es ver cómo se difunde concretamente la información en un campo de reagrupamiento francés a través de un pequeño boletín creado por dos ex-combatientes cubanos. No merecía mejor nombre: Orientación.
Quedarán, por supuesto, otros documentos que descubrir para seguir conociendo mejor la participación de los cubanos en la Guerra Civil de España.
Denise Urcelay-Maragnés is the author, among other publications, of Urcelay-Maragnès Denise, Les volontaires cubains dans la défense de la République espagnole: de l’engagement au retour (1936-1959). Thèse de Doctorat de langues et littératures étrangères, Pointe à Pitre-Année 2005-2006, Direction: Professeur Alain Yacou; -Les volontaires cubains dans la défense de la République espagnole, L’Harmattan, Paris, 2008; La Leyenda Roja, Lobo Sapiens, León, España, 2011. She published “Los Voluntarios cubanos en la GCE” in The Volunteer of July 2012.
[1] El 21 de septiembre de 1938, en una sesión de la Asamblea de la SDN, Juan Negrín, Presidente del Consejo de ministros español, declara que el gobierno ha decidido la retirada inmediata de todos los combatientes no-españoles integrados en las unidades militares republicanas.
[2] Claude Laharie, Le Camp de Gurs, un aspect méconnu de l’histoire du Béarn, J & D Ed., Pau, 1985, p. 29.
[3] Testimonio de Sarah Pascual y de Neftali F. Pernas, febrero de 1986, in Alberto Alfonso Bello, Juan Pérez Díaz, Cuba en España, una gloriosa página de internacionalismo, ed. Ciencias sociales, La Habana, 1990, p. 224. Formaron parte del comité «Con vista a España» con el fin de organizar el viaje de los españoles amenazados de muerte en España, así como el de los que están en los campos franceses, id. pp. 232-237.
[4] Urcelay-Maragnès Denise, La leyenda Roja, op. cit., p.127.
[5] Archives Départementales de Pau (France), AD PA, 3 Z 77 ancien 3 Z 241, “156 rapatriés cubains devant embarquer sur paquebot Orduña quitteront Oloron samedi 13 mai à 7 heures 43 arriveront La Rochelle 15 heures.”
[6] Pichardo Hortensia, Documentos para la historia de Cuba, segunda parte, Ciencias Sociales, La Habana, 1980, p. 229
[7] Pichardo Hortensia, Documentos para…, op. cit., p. 228.
[8] Lázaro Peña, Congreso latinoamericano, in Pichardo Hortensia, op. cit., p. 235.
[9] Manuel del Peso Ceballos, in Ramón Nicolau, Cuba y la defensa de la República española (1936-1939), Ed. Política, La Habana, 1981, 126, y BDIC, 545.6.14: «Asociacion de los antiguos combatientes de la R.E.».
[10] Arch. Sociedad de Naciones, ASDN, 1/40/488. Frente Rojo, 18-11-1938, pour l’association de “Combatientes de La Libertad”: M. del Peso presidente, J. Agostini secretario, y Bibliothèque de Documentation Internationale Contemporaine, BDIC, Paris, 1/40/488, La Vanguardia, Barcelona, 5-11-1938, «Un manifiesto de los voluntarios cubanos». Firmas de Peso y de Agostini
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